Cristo es lo corpóreo del Dios Trino; toda la plenitud de Dios habita corporalmente en Cristo. Él contiene todo lo que Dios es y expresa a Dios en todas sus riquezas. ¡Qué misterioso es Dios, pero que maravilloso es disfrutar esto!.
EL ESPIRITU, SIENDO LA CONSUMACION DE LA TRINIDAD
Lecturas Bíblicas: San Juan 4:24; 14;26; 15;26; I Corintios 12:3
San Juan 1:1,14; I Corintios 15:45b.
B O S Q U E J O:
I. El Espíritu, siendo Dios.
II. El Espíritu, enviado por el Padre y el Hijo, viniendo “DE-CON” el Padre.
III. El Espíritu, viniendo en el nombre del Hijo.
I. EL ESPIRITU, SIENDO DIOS:
Necesitamos ver que el Espíritu, es también el Dios Trino. El Espíritu no es la tercera parte de Dios, tampoco es solo una fuerza como algunas sectas diabólicas (por su intención digo esto) enseñan, ni tampoco es una paloma como podría creerse. El Espíritu, es Dios mismo y cuando nosotros recibimos el Espíritu Santo, recibimos al Dios triuno.
En el evangelio según San Juan 4:24 leemos: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en verdad es necesario que adoren”.
Al hablar del Espíritu Santo, es considerar a Dios mismo y completamente; nunca piense que el Espíritu, es solo una tercera parte de Dios o que solo una tercera parte de Dios es Espíritu; los atributos de Dios, se enseñan bíblicamente con referencia al Espíritu: El Espíritu es eterno (Hebreos 9:14); Él es Omnipresente, puesto que se dice que El mora en todo creyente (I Corintios 6:19). El es Omnisciente, y es quien escudriña todas las cosas aún las cosas más profundas de Dios (I Corintios 2:10).
Él tiene suprema Majestad, pues entristecerlo, despreciarlo o blasfemarlo, es pecado en su forma más seria. Él da vida (San Juan 6:63); Él inspira las Sagradas Escrituras (II Timoteo 3:16). La enseña (San Juan 16:13). Él es el Espíritu de Verdad y de Gracia, y Él es Santo; se le rinde honor especialmente con este adjetivo calificativo.
II. El Espíritu, enviado por el Padre y el Hijo, viniendo “DE-CON” el Padre:
En San Juan 14:26 dice: “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñara todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho”. Luego en el capitulo 15:26 dice: “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí”.
Primero en el verso 14:26 Él dijo que el Padre enviaría al Espíritu; y luego en 15:26 Él dijo que el Hijo mismo enviaría al Espíritu. Entonces surge la pregunta, ¿quién envía el Espíritu, el Padre o el Hijo? Respondiendo sin dudas, podemos decir que el Espíritu es enviado por los dos, por el Padre y por el Hijo, porque como ya hemos considerado, el Padre y el Hijo son UNO. El Padre enviando, es el Hijo enviando, y el enviar del Hijo es el enviar del Padre, los dos son UNO.
El Espíritu Santo, no solo es enviado por el Padre sino también “DE-CON” el Padre. Cuando el Padre envía el Espíritu, El viene con el Espíritu. Por lo cual debemos de comprender que el Espíritu viene del Padre y con el Padre.
El Hijo está en el Padre y el Padre está en el Hijo, así que cuando el Espíritu viene, el Padre y el Hijo también vienen. La Trinidad completa viene misteriosamente. (San Juan 14:23).
III. El Espíritu, viniendo en el nombre del Hijo:
El Hijo vino en el nombre del Padre (San Juan 5:43) porque el Hijo y el Padre son UNO (San Juan 10:30).
Ahora, el Espíritu viene en el nombre del Hijo porque el Espíritu y el Hijo también son uno (II Corintios 3:17). Este es el Dios Trino (el Padre, el Hijo, y el Espíritu) alcanzándonos como el Espíritu.
En resumen, el Padre envía el Espíritu consigo mismo. Como el Espíritu viene con el Padre, el Padre viene junto con el Espíritu. El Espíritu también viene en el nombre del Hijo y como el Hijo. Cuando el Espíritu viene, es el Hijo el que viene. Así que, cuando el Espíritu viene, los tres están presentes. Volvemos a decir, que esto es un misterio pero ¡es muy maravilloso!.
LA TRINIDAD, EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Lecturas Bíblicas: Génesis 1:1; Génesis 1:26; Génesis 3:22; Génesis 11:7;
Exodo 25:31-40; Colosenses 2:9 y Apocalipsis 4:5
B O S Q U E J O:
I. El Dios Trino en el Antiguo Testamento.
II. El Dios Trino, en Su relación con el hombre.
III. El Candelero de Oro, tipificando la Trinidad de Dios.
I N T R O D U C C I O N:
Con lo que hemos visto en los temas anteriores, se ha cubierto la verdad básica concerniente al Dios Triuno.
Y ahora en la continuación del tema, queremos ver como la Biblia nos describe al Dios Triuno. Debemos de reconocer que ciertamente no podemos cubrir todas las cosas en están en la Biblia; pero, mencionaremos algunos puntos esenciales los cuales nos ayudarán a visualizar la realidad de la Trinidad de Dios y al quedar constituidos en nuestro espíritu, nos hará firmes en nuestra fe y conoceremos como poder presentar nuestra defensa ante los contrarios, que son los Unitarios, Apostólicos, solo Jesús (Luz del mundo), la secta llamada Testigos de Jehová, y otros por el estilo.
I. EL DIOS TRIUNO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO:
No pensemos, que no podemos ver al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en el Antiguo Testamento. Como un hecho real, en el Antiguo Testamento el Dios Tri-uno, está misteriosamente escondido y representado en símbolos.
Ahora bien, lo que es difícil explicar con palabras, es más práctico y fácil de describirlo con un cuadro o ilustración. Esto es una verdad contundente, con respecto a la Santísima Trinidad y que con la ayuda del Nuevo Testamento para explicar los tipos del Antiguo Testamento, veremos cuán excelente y maravilloso es nuestro Dios.
La primera oración en el Antiguo Testamento, declara así: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. (Génesis 1:1).
En el lenguaje Hebreo, el sujeto ELOHIM (Dios), es triple en número. Hasta tiempos más recientes, los teólogos han creído que la forma plural de ELOHIM con sus combinaciones variantes, con sus pronombres ya en singular o plural, adjetivos, y verbos, indican la Trinidad del Ser Divino en una esencia.
Para referirse al Dios verdadero, la palabra ELOHIM, es el apelativo más frecuente en el Antiguo Testamento. Y como podemos ver, la Biblia se inicia con la aserción que ELOHIM es el creador.
En Génesis 1:1, el verbo “crear” es singular, mientras que ELOHIM (Dios) es plural. Entonces entendemos que desde el primer versículo de la Santa Biblia, nosotros podemos ver que Dios es Tri-uno o Trino.
II. EL DIOS TRINO, EN SU RELACION CON EL HOMBRE:
En el Antiguo Testamento, con frecuencia vemos que el único Dios, se refiere a Sí mismo como “NOS”, en Génesis 1:26 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y...........”, esto claramente manifiesta que Dios es plural.
En el versículo 26, la palabra Hebrea usada para la “IMAGEN” de Dios es singular. Aunque Dios es “NOS” plural, cuando se refiere a la “IMAGEN” de “NOS” (Dios) lo hace en forma singular. Por tanto, esto también significa que Dios es sin lugar a dudas TRES-UNO.
Leyendo en Génesis 3:22 dice: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora..........”, observamos con esto, que después de la caída del hombre, Dios usa otra vez el pronombre plural para Sí mismo. Dios dijo, el hombre ha venido a ser COMO UNO DE NOSOTROS.
Nuevamente, al leer Génesis 11:6,7 dice: “Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, DESCENDAMOS, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero”.
Podemos ver claramente, que cuando Dios usa el pronombre plural para hablar de Sí mismo, es siempre en Su relación con el hombre. Cuando Dios creó al hombre, Él usó el nombre plural para referirse a Sí mismo.
Cuando Dios tuvo cuidado del hombre en su caída de Génesis capitulo 3, El de nuevo usó el pronombre plural. Y cuando vino para tratar con la rebelión del hombre en Babel, uso también el pronombre plural. Esto significa que como Trinidad divina Dios trata con el hombre.
En el relato de Génesis capitulo 1, cuando Dios estaba creando todas las demás cosas, El nunca usó el pronombre plural para Sí mismo, aunque la palabra “DIOS” es triple en número. Vemos pues, que para todas las otras criaturas, Dios es uno, pero en Su relación con el hombre, Él es Trino.
III. EL CANDELERO DE ORO, TIPIFICANDO LA TRINIDAD DE DIOS:
En Exodo 25:31-40, se describe el candelero de oro que estaba en el Tabernáculo. Este candelero de oro es una representación maravillosa del Dios Triuno.
No consideremos este tipo bíblico, en una forma superficial; ya que no es tan solamente un objeto que sostiene las lámparas que daban luz en lo obscuro. En el candelero, nosotros vemos tres cosas importantes: 1) el oro, 2) el candelero y 3) las lámparas.
Primero: El candelero fue hecho de un talento de oro (más o menoscomo 37 kilos ú 82 libras de peso); fue hecho a martillo y de una sola pieza. En la parte de arriba tenia siete lámparas.
La substancia o esencia del candelero, era oro. En la Biblia el oro representa la naturaleza de Dios, pues el oro no se oxida o cambia químicamente, no importa donde se ponga el oro. La naturaleza de Dios es constante, inmutable; por lo cual vemos que el oro representa a Dios el Padre como la esencia y la fuente.
Segundo: El candelero, no era una cantidad de oro sin forma. El oro fue moldeado en la forma de un candelero como Dios dijo. Esto muestra que el candelero era la corporificación de algo formado. Esto nos enseña la forma de Dios en el Hijo, toda la plenitud de la Deidad habita en el segundo de la Trinidad, corporalmente Jesucristo es la forma de Dios. Lo corpóreo de la Deidad (Colosenses 2:9).
Tercero: La expresión del candelero, el candelero fue hecho para brillar (alumbrar en la obscuridad), por lo cual vemos que el brillar es la expresión. Las siete lámparas son la expresión del candelero. En Apocalipsis 4:5 leemos “Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios”.
El candelero simboliza al Dios Trino expresado. La substancia es el Padre, su forma y moldura (lo corpóreo) es el Hijo y Su expresión es el Espíritu.
Que ilustración más maravillosa vemos de la Trinidad de Dios, el oro, la forma y el brillar. Este candelero (la Trinidad de Dios) es visto a través de la Biblia, y aparece finalmente en el último libro de Santa Palabra, en Apocalipsis.
LA TRINIDAD, EN EL NUEVO TESTAMENTO
Lecturas Bíblicas:
I San Pedro 1:5; Apocalipsis 1:8,17; San Juan 1:2, Romanos 15:19;
Hebreos 9:14; I Corintios 2:11; San Mateo 18:20; Hechos 3:14;
San Juan 7:28; I de San Juan 5:6.
B O S Q U E J O:
I. La Trinidad, y los Atributos de Dios.
II. La Trinidad, y las obras de Dios.
III. La Trinidad, y la adoración a Dios.
I N T R O D U C C I O N:
En el Nuevo Testamento, el campo de testimonio e investigación relativo a la doctrina de la Trinidad, es extensamente grande.
La mención de un nombre de la Deidad o de Su pronombre correspondiente, es simultáneamente la declaración de una distinción trinitaria.
En todo el Nuevo Testamento, el modo Trino de existencia de la Deidad, está presente en todas partes y se da por sentado. Es así completamente la esfera de todas las relaciones que requieren análisis.
A lo menos, algunos de los aspectos más gloriosos de esta verdad, pueden ser considerados separadamente con mucho provecho, para llegar a entender claramente el modo Tri-Uno de Dios, a quien adoramos y servimos.
I. La Trinidad, y los Atributos de Dios:
La pregunta ¿Puede Dios ser definido por el hombre? Ha sido contestada en forma negativa por algunos, debido al reconocimiento que ninguna definición podría agotar completamente la idea en cuestión.
Sin embargo, una definición de algo no requiere un conocimiento de todas sus partes. Se diría lo suficiente si se mencionase un número adecuado de los elementos que lo distinguen de otras cosas; y según este concepto de lo que es una definición, Dios puede ser definido.
Aunque completamente inadecuado, el concepto que el hombre tiene de Dios, se mide por medio de esas características que el ser humano le atribuye. Esas cualidades que son atribuidas a la Deidad, reciben propiamente el nombre de ATRIBUTOS.
Un atributo, es una propiedad que es intrínseca (íntima y que forma parte de su esencia) al que posee dicho atributo.
Los Atributos de Dios, presentan un tema tan vasto y complejo, que queda muy alejado del alcance de las facultades finitas. Y cualquier esfuerzo por clasificarlos, solamente puede ser aproximado en cuanto a corrección y cabalidad. El propósito de este estudio, es presentar los Atributos de la Deidad, tratando solamente de distinguir entre aquellas verdades reveladas acerca de Dios y que constituyen Su Ser esencial.
LOS ATRIBUTOS DE DIOS:
1. Omnisciencia.
2. Santidad.
3. Justicia.
4. Amor.
5. Bondad.
6. Verdad.
7. Omnipotencia.
8. Eternidad.
9. Omnipresencia.
Es un hecho contundente y desafiante, que los Atributos de la Deidad, se le atribuyen a cada una de las tres “Personas” de la Trinidad.
La misma cualidad puede establecerse concerniente a cada aspecto del carácter de Dios. Lo que es cierto de una Persona lo es de las otras dos, y esto es evidencia conclusiva de la que Deidad es una Trinidad de Personas infinitas, y no obstante UN DIOS.
No hay insinuación de que una Persona de la Deidad asuma estos atributos por las otras dos Personas, o que los atributos son tenidos en sociedad. Todos son adjudicados a uno como si no existiesen los otros.
Así la relación particular de Uno en Tres y de Tres en Uno, es sostenida aparte de aquellas participaciones interdependientes usuales que caracterizan todas las combinaciones humanas y mutuas manifestaciones.
El hecho de que cada Persona posee todas las características Divinas y tan completamente que pareciera que ninguna otra necesita poseerlas, habla de las distinciones entre las Personas como tales. Por otro lado, el hecho que todas ellas manifiestan estas características idénticamente en las mismas formas y en la misma medida, habla de la Unidad de donde emana su modo de existencia.
II. La Trinidad, y las obras de Dios:
Cada obra distintiva de Dios, no sólo se dice que fue efectuada por una Persona de la Deidad, sino que las obras mayores de Dios son adjudicadas a cada una de las Tres Personas.
No hay ningún ejemplo en que se diga que estas Personas se combinaron en lo que hicieron; más bien es que la misma cosa en una Escritura se atribuye a una Persona, que en otra Escritura se atribuye a otra, y así hasta que a cada una de las Tres Personas le es acreditada la misma obra y, en cada caso, es como si ninguna de las otras Personas estuviesen jamás relacionadas a ella. No se reconoce ningún compañerismo aparente.
El hecho de anunciarse de cada Una, como ejecutando enteramente una empresa dada, completamente aparte de las Otras, es indicación de la verdad que las Tres Personas mantienen una distinción la Una de la Otra.
Por otra parte, el hecho de que cada Una hace completa y perfectamente la tarea encomendada y en una forma que implicaría que ninguna otra necesita ejecutarla, indica una misteriosa Unidad, mucho más concentrada que no se conoce en ninguna experiencia humana.
Estudiaremos específicamente, algunas de las principales obras de Dios, de las que se declara haber sido totalmente ejecutadas por cada Persona de la Trinidad e independientemente de las otras.
1. La creación del Universo:
La obra estupenda de producir la existencia de un universo inconmensurable, se afirma que fue efectuada por cada Persona enteramente aparte de participación, compañerismo o cooperación.
SE AFIRMA DE LA TRINIDAD: así:
ü Del Padre, se dice: “Desde el principio tú fundaste la tierra: y los cielos son obra de tus manos” (Salmos 102:25);
ü De Cristo, el Hijo, se dice: “Porque por Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos, y las que hay en la tierra, visibles e invisibles” (Colosenses 1:16) y,
ü Del Espíritu Santo, se dice: “Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas” (Génesis 1:2), y “Su Espíritu adornó los cielos” (Job 26:25).
Todo esto está combinado en la sublime declaración de “En el principio creó Dios (ELOHIM) los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). El acto de la creación, separado, aunque completo por parte de cada Persona, es reunido en la afirmación de que ELOHIM, -nombre que anuncia el misterio de la Pluralidad en Unidad y la Unidad en Pluralidad- efectuó tal obra.
2. La creación del hombre:
El hombre, es el acto creativo más grandioso de Dios, ya que de ningún otro se ha dicho que fue creado a Su imagen y semejanza. Este acto creativo de Dios, es también la obra de las Personas separadas de la Trinidad:
ü Del Padre, se dice: “Entonces Jehová Dios, formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. (Génesis 2:7).
ü De Cristo, el Hijo se dice: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. (San Juan 1:3).
ü Del Espíritu Santo, se dice: “El Espíritu de Dios me hizo, y el sopló del Omnipotente me dio vida” (Job 32:16).
3. La muerte de Jesucristo:
Para efectuar la Redención Divina, Dios se encarno y tenía que morir por nosotros los pecadores. Cuando El, pendía de la cruz; vemos nuevamente la Trinidad en su obrar, así:
ü Del Padre, se dice: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? (Romanos 8:32).
ü De Cristo, el Hijo dice: “Nadie me la quita (Su vida) sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla y tengo poder para volverla a tomar” (San Juan 10:18).
ü Del Espíritu Santo, se dice: “Cristo........por el Espíritu eterno se ofreció sin mancha a Dios” (Hebreos 9:14).
4. La resurrección de Jesucristo:
Nuevamente en la obra de resurrección de Jesús, contemplamos las acciones de cada una de las Tres Personas de la Santísima Trinidad, así:
ü Del Padre, se dice: “al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella”. (Hechos 2:24).
ü De Cristo, el Hijo dice: “.......tengo poder para volverla a tomar” (San Juan 10:18) y también “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. (San Juan 11:25).
ü Del Espíritu Santo, se dice: Y sí el Espíritu de aquel que levanto de los muertos a Jesús...........”. (Romanos 8:11).
5. La Presencia y Residencia de la Trinidad:
Dios en su pluralidad, ELOHIM; hace morada en cada uno de sus hijos que le aman, y que La ha redimido con su sangre preciosa, con respecto a este acto, se puede ver a los Tres morando al mismo tiempo en el cristiano:
ü Del Padre, se dice: “un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos” (Efesios 4:6).
ü De Cristo, el Hijo dice: “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27).
ü Del Espíritu Santo, se dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?”. (I Corintios 6:19).
6. La Seguridad de la Salvación del creyente:
Con respecto a la garantía y seguridad de la Salvación, la cual Dios concede por la fe y gratuitamente al pecador que redime, vemos a la Trinidad en dicha obra Divina, así:
ü Del Padre, dice: “Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”. (San Juan 10:29).
ü De Cristo, el Hijo dice: “y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”. (San Juan 10:28).
ü Del Espíritu Santo, dice: “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”. (Efesios 1:13,14).
Ciertamente, maravillosas son las obras de ELOHIM, el Dios Trino. Y de significado sobresaliente es el hecho que estas obras son en cada caso, totalmente efectuadas por cada una de las Personas de la Trinidad.
Así se demuestra la Unidad y Pluralidad existente en la Deidad, en un plano de relación por encima y más allá de la experiencia humana.
III. La Trinidad, y la Adoración a Dios:
Todas las criaturas inteligentes, están destinadas a rendir Adoración a Dios (ELOHIM). Y su Adoración, como ha de ser, comprende al Dios Trino.
ü Por los Angeles: Como se ha observado, los ángeles rinden honor a las tres Personas Divinas, cuando dicen: “Santo, santo, santo, Jehová de los Ejércitos” (Isaías 6:3); y “los seres vivientes” dice: “Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir” (Apocalipsis 4:8).
ü Por los santos: Toda oración y adoración ahora se dirige, por instrucción divina, al Padre, en el nombre del Hijo, y en el poder capacitador del Espíritu Santo. “En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará” (San Juan 16:23) y “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, .......” (Efesios 6:18).
ü Las Bendiciones Bíblicas: En Números 6:24-26, está registrada la bendición que el sumo sacerdote habría de implorar sobre el pueblo, como: “Jehová te bendiga y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz”. En II Corintios 13:14, la bendición más usada por la Iglesia, se registra así: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén”.
C O N C L U S I O N
La Trinidad de Dios, nos cuesta algunas luchas de pensamiento, y por no poder encontrar como asirla nos quedamos con perplejidad y perturbación, como sucede con todos los grandes temas Bíblicos.
Desde este punto de vista, no podemos sino esperar que lo que hemos podido decir en este comentario sobre la Trinidad de Dios, pueda tener cierto valor para la preparación de los santos, a fin de constituirse del conocimiento de ello; y poder saber presentar este misterioso tema, de nuestro Gran Dios, que es Uno y Tres.
Es mi deseo para todo lector de este folleto, que en él encuentre el significado práctico de este hecho Divino, que los cristianos en todos los tiempos lo llamamos “LA TRINIDAD DE DIOS”.
Doy aquí, honra a tantos Amigos de Dios, hombres santos, y siervos del Dios Altísimo, que en las edades pasadas libraron luchas más grandes que nosotros y lograron mayor madurez en este asunto. Y ellos mismos se inclinaron en adoración ante este SANTO MISTERIO.
Por todo lo cual: Gloria demos al Padre, al Hijo y al Santo Espíritu; como eran al principio, son hoy y habrán de ser, eternamente. Amén.
EL AUTOR.
Hno. Carlos E. Cruz Porras
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